Poesías inolvidables |
Soledad |
Hiriente, irreverente y sin pudor,
te alejas y me dejas esta vez
quebrantos y mil llantos en la tez
y heridas homicidas en mi amor.
Que luego con el fuego de mi ardor,
hundido en el olvido y la embriaguez,
resisto como un Cristo tu altivez,
callando y soportando mi dolor.
Mas siento un sufrimiento en mi existir
que avanza sin tardanza y sin piedad,
cual hiedra que a la piedra ha de
cubrir,
y fiero desespero en mi ansiedad
que absorta no soporta tu partir
flagrante en mi agobiante soledad.
Marco
A. Servín Zurita
Primavera 2013 |